Hoy en el trabajo es un día de escurrir el bulto: hay algo a lo que me he comprometido a hacer, pero que no puedo hacer porque el cuerpo, la cabeza más bien, no me da para hacer todo lo que tengo que hacer.
La gente quiere las cosas para mañana, y no tiene quién se las haga. Imponen que se hagan de determinadas maneras, pero después no quieren que los precios suban, o que los plazos se alargen o se incumplan. Se supone que hay otras personas o entidades que colaboran, pero sólo lo hacen si se lo das todo mascado.
Que pasa con las fundaciones de la universidad, eres tu quien tiene que adaptar el contrato, releerlo, ponerles en contacto con la otra parte, perseguir a la otra parte para que se mueva, firmar asumiendo toda la responsabilidad en el asunto y finalmente terminar por presionar diciendo que si la parte contraria no firma, no hay informe o resultados.
Mientras tanto, tu otro trabajo no espera, tus compañeros te dicen que porqué no lo haces en casa los fines de semana: algo impensable para el resto de los mortales de este país cuando tu les dices que eres funcionario y además profesor de universidad.
lunes, 23 de febrero de 2009
sábado, 21 de febrero de 2009
Dia cero
Se hace difícil hacer pensar que no pasa nada, decirlo, manifestar que se está bien,pero ese el camino que hay que seguir. Mentir para seguir siendo uno mismo, para recuperar no ya la autoestima, sino el empuje, la previsión, la organización y el orden.
Sé que puedo, sabéis que puedo, me podéis apoyar escribiendo, me podéis apoyar callando, me podéis ayudar, pero mi ayuda fundamental soy yo mismo.
Allá vamos.: Va por ustedes y va por mi.
Sé que puedo, sabéis que puedo, me podéis apoyar escribiendo, me podéis apoyar callando, me podéis ayudar, pero mi ayuda fundamental soy yo mismo.
Allá vamos.: Va por ustedes y va por mi.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)